Marta Espina, es la segunda vez que colabora con Alawa, esta vez en la campaña de la colección “Soul”. Talentosa, trabajadora y generosa, hoy nos comparte también algunas cosas de su vida -como su labor de voluntariado en África-, a través de esta “salpicada” entrevista.

Marta es madrileña, soltera, graduada en Dirección y Administración de Empresas, y tiene 26 años. Es la del medio de tres hermanos. Si bien hace algún trabajo como modelo, no se dedica profesionalmente a ello, y, en vez, trabaja full time en una consultora evaluando riesgos financieros. En sus tiempos libres, es una aficionada al Dibujo y a la Fotografía, y también saca tiempo (y algunos veranos) para realizar trabajos de voluntariado, actualmente para la fundación Mutoka Mwoyo*. Y, por supuesto eso no es todo, también, ¡guarda unas horas de su agenda para ir al gym!, entre otras cosas como viajar, hacer programas con amigas y la familia, ir a museos y exposiciones, seguirse formando en áreas afines a su trabajo, etc.

*Mutoka Mwoyo es un grupo de amigos de Madrid que comparten la ilusión por llevar a cabo pequeñas acciones de ayuda que contribuyan a mejorar la situación tan delicada que vive la República Democrática del Congo, y en particular la zona rural de Ngandanjica y su gente, a través de la organización local Projet Ditunga.

¿Cómo lo haces, Marta?

M. “He estado trabajando durante cuatro años y medio en Deloitte, en consultoría de riesgos financieros. Hace aproximadamente un mes y medio me cambié a una firma de consultoría estratégica financiera, ilusionada y con ganas de afrontar nuevos retos. Mi trabajo requiere muchas horas, pero pienso que, para cualquier persona, son fundamentales los equilibrios. Es muy importante que nunca dejes de lado las cosas que realmente son importantes y te llenan por dentro. ¿Qué más da ser el mejor en tu trabajo si luego no cuidas aspectos fundamentales en el terreno personal? El trabajo es algo que me plantea retos, me motiva y me hace sentirme realizada. Sin embargo, no puedo dejar de lado las cosas que me siguen haciendo crecer como persona.

Mutoka Mwoyo me ha enseñado y me sigue enseñando muchas cosas. Me ayuda a valorar lo que tengo y a salir de la burbuja en la que, aunque no nos demos cuenta, vivimos. Es muy bonito ver como pequeños actos hechos por ti, implican un cambio de vida para muchas personas. Por otro lado, el dibujo o la fotografía me relajan mucho. Me encanta parar un rato en semanas de estrés y poder evadirme pintando o dando una vuelta fotografiando.

Pienso que no puede no haber tiempo para las cosas importantes o las que nos llenan… es un tema de organización.”

Su primera visita al Congo (RDC) fue en el año 2013 y fue así que conoció al Padre Apollinaire, fundador de la ONG y quien les dio a conocer más a fondo la organización y sus necesidades. Nos cuenta que, gracias a esa visita, fue posible luego dar lugar a un proyecto muy especial del que estuvo encargada “Educando a niñas” cuyo objetivo principal es fomentar la educación de las niñas congoleñas. El trabajo de Marta, consistía en elaborar escenarios de viabilidad y la captación de fondos que luego tuvo que delegar por no poder dedicarse a tiempo completo como exigía este proyecto en constante crecimiento. En su memoria están grabados a fuego, recuerdos de su segundo viaje como cuando al volver al orfanato de Ngandanjika, los mismos niños que ella conocía de pequeños, se acercaron a recibirla, recordándola y alegrándose por volverla a ver.

M. “Animo a todas las personas interesadas en conocer un poquito más la ONG a que visiten la web, entrando al siguiente link: http://mutokamwoyo.org/category/proyectos/
Mutoka Mwoyo dispone de proyectos relacionados con diversos ámbitos: educación, mujeres, salud e iglesia. Asimismo, se organizan misiones en verano y semana santa que ofrecen la oportunidad de conocer de primera mano tanto a la ONG como la realidad congoleña.

M. “Mi vida siempre ha estado bastante ligada a los voluntariados. Antes de Mutoka Mwoyo, colaboré con residencias de ancianos, comedores sociales, centros de acogida y centros de discapacitados.
Ayudar a los demás es algo maravilloso; ayudar tanto a tu familia, a tus amigos, a las personas que te cruzas en tu día a día. Hacer voluntariado en África es un choque muy fuerte. Conoces un mundo totalmente distinto al que estás acostumbrado a ver. Por mucho que te cuenten cómo es África, por muchas fotos que veas, hasta que no lo ves con tus propios ojos no eres capaz de interiorizarlo y asumirlo. Cuesta asumir que lo que ves es real, y que en pleno siglo XXI, hay gente viviendo en esas condiciones, y, sobre todo, que aun viviendo en las condiciones en las que viven, son, en ocasiones, más felices que nosotros. Es algo que te ayuda a poner los pies sobre la tierra, a valorar los que tienes y a saber que nuestra forma de vivir no es algo común, sino un privilegio que Dios nos ha obsequiado. Nuestra responsabilidad es, compartir en la medida de lo posible, ese regalo con los más necesitados.

…Es muy bonito ver cómo pequeños actos hechos por ti, implican un cambio de vida para muchas personas….”

¿Qué cosas viste en las mujeres africanas que piensas que puedan ser ejemplo para nosotras, mujeres occidentales?

M. “Las mujeres africanas son un ejemplo de alegría, fortaleza y tenacidad. Son mujeres capaces de sacar adelante a familias muy numerosas con su esfuerzo y sudor, siempre con una sonrisa en la cara. No habrán estudiado, pero ellas luchan por sus hijos con los medios que disponen, trabajando día y noche si hace falta para conseguir la prosperidad de sus familias. No entienden ni de perezas, malas caras o cansancio.”

Como hemos comentado antes, también disfruta de dibujar y de tomar fotografías. Ambas actividades, la ayudan a conectarse con ella, evadiendo muchas veces, el estrés de la semana.

¿En qué te inspiras para tomar fotografías o dibujar?

M. “Hay motivos muy inspiradores pero que, por ser amateur, quedan fuera de mis opciones a la hora de pintar (se ríe). Por lo general, me gusta mucho el dibujo con carácter ilustrativo. No os podría decir un tema concreto porque la inspiración la puedes encontrar en muchos lados, viendo exposiciones, viendo redes sociales de artistas conocidos o desconocidos…”

Siempre le ha apasionado todo lo artístico, aunque le gustaría poder dedicarle aún más tiempo. Este año, ha comenzado a formarse en la técnica con clases de dibujo los fines de semana, y está “encantada”.
Y, aprovechando que lo mencionamos, no podemos dejar de pasaros su nueva cuenta de Instagram para ¡seguirla!: @watercoolor.art

M. “En relación con la fotografía no me guío por inspiración sino por momentos que considero que pueden hacer de una foto una imagen capaz de transmitir sensaciones. No es algo en concreto sino situaciones que pueden dar lugar a fotografías geniales.”

¿Qué truco nos darías para ayudarnos a sacar mejores fotos?

M. “La esencia de una buena foto, además de tener un importante componente técnico, reside en vislumbrar la captura perfecta. Una buena foto transmite. No se trata de sacar muchas sino de encontrar ese rostro, ese paisaje o esa pequeña cosa que sabes que puede transmitir alguna sensación. Creo que no es tanto el sacar una foto técnicamente de 10 (que también) sino el saber a qué sacar una foto.”

Muchas gracias, Marta, por dedicarnos parte de tu tiempo para que podamos conocer más de la belleza que hay en ti. Esperamos verte pronto. Gracias también por tu ayuda en estos primeros pasos, por sentir nuestro proyecto un poco propio, y por hacer que nuestros bañadores luzcan increíbles!

Instagram: @watercoolor.art
ONG Mutoka Mwoyo link: mutokamwoyo.org/

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